Un artículo publicado recientemente en el Journal of the American Medical Association recomienda ampliar el rango de edad de las pruebas de imagen para detectar cáncer de mama.
Tras evidenciar aumentos en las detecciones de casos de cáncer en edades tempranas así como los perjuicios de no realizar pruebas preventivas, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos (US Preventive Services Task Force) ha publicado su artículo “Screening for Breast Cancer US Preventive Services Task Force Recommendation Statement” (Detección de cáncer de mama, Declaración de recomendación del Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU.).
A partir del análisis de bases de datos aportadas por el Consorcio de Vigilancia del Cáncer de Mama (BCSC), US Preventive Services Task Force (grupo independiente de estadounidenses expertos en prevención y medicina) revela que en los últimos años los casos de cáncer de mama han crecido un 2% anual en mujeres a partir de los 40 años.
Los cambios en el medio ambiente, los hábitos de consumo y el estilo de vida actual han variado con respecto a décadas anteriores, por lo que el cáncer de mama entre las mujeres jóvenes ha ido aumentando y este dato no puede pasarse por alto.
En consecuencia, este grupo de expertos sugiere adelantar la edad de cribado a los 40 años, afirmando que esto podría salvar un 20% de vidas gracias a la detección temprana del cáncer de mama en mujeres sin riesgo potencial. Asimismo, aconsejan ampliar las pruebas de mamografía en el rango de edad hasta los 74 años.
El cáncer de mama es el segundo cáncer más frecuente en España, con más de 36.000 casos anuales, y la primera causa de muerte entre las mujeres, con más de 6.600 muertes al año. En nuestro país, la Estrategia en Cáncer del Sistema Nacional de Salud todavía sugiere la realización de una mamografía cada dos años en mujeres entre 50 y 69 años. Sin embargo, el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer también insta a las autoridades sanitarias a ampliar el grupo poblacional destinatario de los cribados del cáncer de mama: entre los 45 y los 74 años.
Aunque la incidencia es mayor a partir de los 50, el número de casos entre personas por debajo de ese umbral aumenta a un ritmo preocupante y se recomienda valorar las recomendaciones de este estudio, basadas en datos de mujeres en EEUU, pero aplicables al general de la población de países con estilo de vida similar, como España.