El ictus es la primera causa de discapacidad y la segunda causa de muerte en España, donde se producen entre 100.000 y 130.000 nuevos casos al año.
Uno de cada seis españoles sufrirá un ictus en algún momento de su vida y la tendencia prevista según el “Plan de actuación sobre el ictus en Europa 2018-2030” es de un aumento del número de nuevos casos del 34% hasta 2035.
En esta patología con una seria repercusión clínica, la actuación rápida es fundamental para prevenir consecuencias graves e incluso evitar la muerte de los pacientes que la sufren. Es por ello que la labor de los especialistas en radiología se convierte en clave a la hora de realizar las pruebas de imagen que les ayuden a determinar un diagnóstico preciso y el tratamiento más adecuado.
Las pruebas iniciales con la llegada de un código ictus son la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM). La TC podrá evaluar si el paciente ha sufrido un ictus isquémico (oclusión de una arteria cerebral) o hemorrágico (rotura de una arteria cerebral).
Por su parte, la RM posee una mayor sensibilidad para detectar lesiones isquémicas y permite sospechar la etiología según el patrón lesional.
Solo en 2023 el número de fallecimientos por ictus fue de 10.000 y la tendencia para los próximos diez años es de un incremento del 45%, así como de un aumento del 25% en los supervivientes con discapacidad.
Algunos de los factores determinantes en este incremento de casos son el empeoramiento de las condiciones del medio ambiente unido a los malos hábitos, como la mala alimentación, el sedentarismo o el consumo de tabaco y alcohol.
Sobre este asunto y la importancia de las funciones del radiólogo en un protocolo de urgencia por ictus, hablará Antonio López Rueda, miembro de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), en el 37º congreso nacional de la SERAM. Este especialista de la sección de Neurorradiología del Hospital Universitario de Bellvitge tendrá una participación en el congreso, que se celebrará del 22 al 25 de mayo en Barcelona, con la ponencia “protocolos en el código ictus”.