La radioprotección en las pruebas radiológicas se ha convertido en un debate abierto en el que por un lado, radiólogos, centros de radiología, hospitales y pacientes exponen sus posiciones y, por otro lado, la Directiva Europea 2013/59/EURATOM (normativa que entrará en vigor a partir del 6 de febrero de 2018), obliga a los hospitales europeos a medir la dosis de radiación.
En este sentido y durante el 33 Congreso de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) celebrado el pasado mes de mayo, los radiólogos mostraron su preocupación por el exceso de pruebas radiodiagnósticas que se piden, ya que pueden perjudicar la salud de los pacientes, sobre todo, la de los pediátricos, quienes son más vulnerables y requieren un diagnóstico diferente y personalizado.
El radiólogo pediatra, como profesional de esta especialidad, es consciente del enfoque que se debe dar al acto diagnóstico (el cual es muy diferente en estos grupos de edad) y adquirir una serie de competencias genéricas como la sedación o el uso específico de contrastes, enfocadas al trato del paciente pediátrico.
Pero, ¿qué se debe tener en cuenta en pacientes pediátricos?
- Antes de nada,la prueba tendrá que estar indicada y justificada, ya que los beneficios esperados de ésta deben superar siempre a los riesgos.
- Los profesionales escogerán los protocolos óptimos para los estudios radiológicos de ecografía, TC y RM en los pacientes pediátricos.
- Las pruebas radiológicas deben adaptarse a los niños, ya que debido a su tamaño podrían recibir hasta cuatro veces más radiación que un adulto si no se utiliza la técnica adecuada.
- Se deberá administrar la menor dosis posible para obtener una imagen apta para el diagnóstico.
- Los especialistas se asegurarán de la inmovilidad del paciente para evitar repeticiones.
- Un aspecto muy importante en esta especialidad es potenciar el contacto y la relación entre los pediatras de Asistencia Primaria y los radiólogos.
Para ampliar la información, puedes consultar el primer borrador sobre las “Competencias en Radiología Pediátrica” que ha elaborado la SERAM y las recomendaciones para optimizar la relación riesgo-beneficio que supone la exposición a las radiaciones en los pacientes pediátricos, que radiólogos y radiofísicos de diversas sociedades científicas han presentado ante el Ministerio de Sanidad.